La sexta ola de la pandemia lleva ya semanas entre nosotros. Las cifras de contagios siguen siendo desorbitadas y la variante Ómicron ya está detrás de la prácticamente totalidad de los contagios. Sin embargo, empiezan a darse indicadores que parecen hacer vislumbrar lo que sería el pico de esta oleada masiva de casos.
Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad, José María Vergeles. En rueda de prensa, el titular de sanidad extremeño ha preferido, eso sí, mantenerse cauto y no hacer pronósticos concretos sobre la fecha en la que se marcará la cresta de la sexta ola.
Eso sí, Vergeles se ha referido a determinados indicadores que invitan al optimismo. Los primeros de ellos, el crecimiento positivo del virus o su velocidad de reproducción, ambas medidas con tendencia a la baja desde hace días.
La incidencia acumulada a 14 días sigue creciendo, sí, pero presenta una cierta tendencia a la estabilización dentro de las fluctuaciones que ha experimentado en los últimos días. También es positivo que la incidencia a 7 días ya sí que presenta una tendencia bajista.
Por todo ello, apunta el Consejero, en los próximos días lo lógico es que la curva de contagios se aplane para comenzar posteriomente a disminuir.
Pico de hospitalizados
Donde ha preferido evitar cualquier tipo de pronóstico es en la situación de los hospitales extremeños. Vergeles ha asegurado que la llegada del pico de personas hospitalizadas en esta ola es incierto. Principalmente se debe, al igual que en las pasadas olas, en el tiempo que pasa desde que el paciente se contagia hasta que comienzan los síntomas.
"Estamos viendo dos hechos: los síntomas salen antes, incluso en horas, y las estancias hospitalarias son menos duraderas y de menor gravedad"
Eso sí, esta nueva variante ha acortado los plazos de aparición de los síntomas. "Estamos viendo dos hechos: los síntomas salen antes, incluso en horas, y las estancias hospitalarias son menos duraderas y de menor gravedad", ha añadido Vergeles.
Circunstancia que invita a pensar, asegura el Consejero de Sanidad, que los picos de contagios y de hospitalizados podrían estar cerca, el uno del otro, en el tiempo.