Hay en Montijo una empresa familiar de artesanos forjadores con más de 100 años de historia. Por circunstancias de la vida, Vicente Gragera, su propietario actual, tuvo que reinventarse. Y decidió hacerlo con algo de lo más tradicional: la mesa camilla regulable "En verano la utilizamos como una mesa de centro, normal y corriente, como las que utilizamos delante del sofá. Y, luego, en invierno, la levantamos a la altura deseada, le ponemos la faldilla de ropa camilla de toda la vida, y un radiador o brasero eléctrico debajo que nos sirve de calefacción", nos cuenta Vicente.
Un concepto que tienen patentado desde 2007 y que ofrece múltiples ventajas: la comodidad y el ahorro energético. "Con una mesa camilla y un pequeño radiador debajo podemos ahorrarnos, tranquilamente, el orden de dos meses y medio - tres meses de calefacción al año", explica. Su producto tiene demanda. Por eso, se dedican en exclusiva a su fabricación desde 2015.