Hemos pasado del otoño al invierno en, escasamente, tres días. Las temperaturas se han desplomado, tal y como corresponde a estas fechas. Una bajada que se refleja en la economía de las tiendas que se rigen por la moda y las estaciones, que ven ahora un impulso a sus ventas de invierno.
También en las ventas de electrodomésticos se nota que llega el invierno, con el aumento de la demanda de calefactores, braseros y, en general, cualquier aparato que aporte calor. Hay, además, más solicitudes para instalar aires acondicionados y también la calefacción general de las viviendas.
También aumentan los gastos en trabajos como el de los taxistas. Al tener el coche acondicionado gasta más combustible.