No coger el teléfono al jefe o no contestarle correos fuera del horario laboral no debe tener represalias. Es lo se conoce como desconexión digital, un derecho de los trabajadores que está recogido en el artículo 88 de la Ley de protección de Datos con el objetivo es garantizar su intimidad, algo que no siempre se cumple.
Ahora el Gobierno de España, en el marco de las negociaciones de la reducción de la jornada laboral, quiere reforzar esta desconexión. La propuesta, que debe aplicarse tanto en el teletrabajo como presencial, incluye la posibilidad incluso de multar a las empresas que la incumplan. Los expertos aseguran que hay que ir más allá.
Una medida que empresarios y sindicatos valoran de forma diferente. Los representantes de los trabajadores la ven con buenos ojos la desconexión digital y los empresarios la reciben con matices. Debe aplicarse tanto en la modalidad de teletrabajo como presencial.