A media noche del viernes fueron desalojados de sus hogares de Avellanar y Horcajo, y ayer por fin pudieron regresar a casa. Unos 120 vecinos de las dos alquerías tuvieron que abandonarlas a toda prisa, apremiados por el avance del fuego que podía dejarlos aislados.
Más de 60 fueron alojados en un albergue improvisado en una residencia de estudiantes de Caminomorisco, el resto se alojó en casas de familiares en otras localidades. El sábado a mediodía esperaban poder regresar, pero un cambio en la dirección del viento, hizo que tuvieran que permanecer una noche más fuera de sus casas.
Finalmente, ayer lograron volver a Avellanar y Horcajo, y comprobar que el fuego no había llegado a ninguna de las dos alquerías.
Muchos han aprovechado hoy para hacer limpieza antes de instalarse de nuevo en sus casas.