La fusión de Villanueva de la Serena con Don Benito no es un romance del momento. Es un idilio que se fragua a fuego lento desde hace medio siglo, pero no siempre con la misma llama. En los años 70 se publicaron varios artículos de opinión pidiendo esa unión, pero no sería hasta 2008 cuando el proyecto recibiera un verdadero impulso de cara a la opinión pública.
Tras varios años trabajando en la sombra, las administraciones locales y regional llegaron a una especie de acuerdo porque, tal y como decía en aquel entonces el todavía alcalde de Villanueva de Serena, Miguel Ángel Gallardo, "estamos perdiendo muchos recursos."
Una idea que era respaldada por su homólogo de Don Benito, Mariano Gallego quien aseguraba que "lo que debemos intentar con ayuda de la Junta es corregir los posibles desequilibrios que existan entre una y otra ciudad" para que los que Gallego denominó como "efectos perversos de la unión" no repercutieran solamente en una de las dos ciudades y afectasen, decía, por igual a ambas localidades.
En aquel entonces, se llegó a poner un plazo de ocho años para culminar todo el proceso, pero los meses pasaron. Llegó 2016 y la unión volvió a desaparecer de la agenda política más inmediata, al menos de cara a la ciudadanía.
Ahora, 15 años más tarde de ese último intento, la pasión entre ambos municipios es más fuerte que nunca. El domingo sabremos si los intentos, hasta ahora fallidos, terminan en la ansiada unión.