El COVID-19, durante los primeros meses de la pandemia atacó a los más vulnerables, a las personas mayores o con alguna patología previa. Pero ahora se centra más en el colectivo de menor edad. Una evolución normal, según los expertos, consecuencia de que este es un virus respiratorio y que los jóvenes no se sienten vulnerables y se saltan las medidas de prevención.
También es debido al mayor número de pruebas realizadas, que en las últimas horas han sacado a la luz cerca de 600 casos en todo el país, el mayor número de contagios desde que finalizase el estado de alarma. El perfil predominante: personas jóvenes, asintomáticas o con síntomas leves.
Algo que también se constata en la región. Aunque el Consejero de Sanidad no tiene una cifra exacta, lo cierto es que brotes como los de Badajoz o Navalmoral de la Mata están muy por debajo de los 62 años de media de los positivos de hace unos meses. Ahora los contagiados rondarían los 46 o 50 años de media.
Insisten en que el virus se sigue expandiendo y, a la espera de una vacuna o de un tratamiento eficaz, la fórmula para frenarlo es respetar la distancia social, el uso de mascarillas, el lavado de manos y evitar reuniones de grupo.