En los días de niebla se puede observar un fenómeno de lo más extraño y la vez, curioso: los arcos de niebla. Se trata de un arco resplandeciente que se forma cuando los rayos del sol interceptan las minúsculas gotas que forman las nieblas.
Estas gotitas son mucho más pequeñas que las gotas que dan lugar a los arcoíris. Esto trae consigo que estos arcos sean de menor tamaño y que tengan una coloración más tenue debido a que los distintos colores se superponen dando un resultado casi blanquecino.
Sin embargo, si afináis el ojo es posible apreciar una ligera tonalidad roja en el borde exterior y otra más azulada en el interior, al igual que ocurre en los arcoíris que acostumbramos a ver.
Para observarlos necesitamos un día de niebla fina y con un sol brillante pero que no esté muy alto en el cielo como ocurre en los meses de noviembre a enero. Colócate a espaldas del sol y con un fondo un tanto nuboso para resaltar el efecto. Podrás observar el arco de niebla frente a ti.