18 Febrero 2022, 19:05
Actualizado 18 Febrero 2022, 20:06

Vuelven a sonar las sirenas de alerta en la ciudad brasileña de Petrópolis ante las previsiones de más lluvias, días después de que se hayan contabilizado, al menos, 117 ahogados por unas riadas y unos deslizamientos de tierra que han dejado al país sudamericano perplejo.  

Los equipos de rescate interrumpieron la búsqueda de desaparecidos por su propia seguridad debido al riesgo de desprendimientos. 

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Agencia EFE

Esta urbe de más de 9 millones de habitantes se sitúa al norte de Río de Janeiro, en una región montañosa donde la desforestación y una pésima gestión del territorio han campado a sus anchas y han acrecentado las dimensiones de la catástrofe. 

Hace tan sólo dos días que se han dado las riadas más importantes en 90 años en esta antigua ciudad imperial. La zona más afectada fue el barrio Alto da Serra, ubicado en lo alto de un cerro, no lejos del centro histórico de la ciudad que fue residencia de verano del emperador Pedro II de Brasil en el siglo XIX. Las calles se convirtieron en furiosas torrenteras arrastrando hacia el mar todo lo que encontraban a su paso: coches, autobuses con pasajeros y todo tipo de mobiliario urbano.  

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Agencia EFE

En 2011, también en Petrópolis, otro evento de lluvias extremas había dejado 918 muertos, con 99 desaparecidos. 

Sigue la búsqueda de 116 desaparecidos