En las últimas horas el huracán Ida (se lee Áida) está dando mucho de qué hablar. Esta mañana tocó tierra en Louissiana, al sur de Estados Unidos. El Centro Nacional de Huracanes advirtió días atrás en sus notas informativas de las terribles consecuencias del paso del centro de bajas presiones dejaría en su camino. Marejadas ciclónicas e inundaciones repentinas son su tarjeta de visita.
Se trata de uno de los ciclones tropicales más potentes, con vientos que llegan a los 252km/h los cuales lo clasifican justo en el borde de la categoría 5.
A primera hora de este lunes los vientos sostenidos llegaban a los 95km/h y las rachas alcanzaban los 130km/h. La presión en su centro era de 990hPa y se desplazaba hacia el norte a 13km/h.
Se tiene constancia de las primeras víctimas y de que hay más de un millón de hogares y de negocios sin luz, incluida la ciudad de Nueva Orleans. El presidente Joe Biden aprobó la declaración de desastre de Luisiana el domingo por la noche, liberando ayuda federal para las personas y los gobiernos en las áreas afectadas.
Da la casualidad que en estos días se cumplen los 16 años del paso del mítico Katrina, también de categoría 5. Se llevó por delante a 2.000 personas y es, por ahora, uno de los más destructivos (si no el que más) de los que se tiene constancia.
Se espera que a lo largo de este lunes y de los días venideros Ida vaya perdiendo fuerza según se desplace por el interior de Norteamérica, ya sin el combustible de las aguas cálidas que le dan sustento.
Ida, junto con Katrina, se unen a la lista de huracanes de máxima categoría que han tocado los Estados Unidos en el último siglo: el huracán del Día del Trabajo en 1935, Camille en 1969, Andrew en 1992 y Michael en 2018.
Ida es la novena tormenta con nombre, el cuarto huracán y el segundo más importante de la actual temporada. Se originó a partir de una onda tropical monitoreada el 23 de agosto por el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Se trasladó al Mar Caribe y se convirtió en una tormenta tropical el jueves, 26.
Ya el día 27 se convirtió en un huracán de categoría 1 e inició una rápida intensificación al día siguiente, convirtiéndose en un huracán de categoría 2 en menos de 24 horas. Prosiguió su maduración hasta alcanzar el nivel 3 al amanecer del domingo. Y lo hizo de una forma pasmosa: su presión central cayó 40hPa en sólo 12 horas. Un evento del que sólo se tiene constancia para Rita (2005) y Allen (1980). Pero ahí no queda la cosa. Su ambición es aún mayor: en apenas una hora, subió otro escalón.
En los archivos encontramos otros Ida, pero menos destructivos. Así, tenemos el Ida de 2009, de categoría 2 que tocó tierra en Nicaragua, con una fuerza mínima de categoría 1. Resurgió en el Mar Caribe hasta llegar al Golfo de México, pero apenas llegó a ser una tormenta tropical mínima. Y, por otro lado, el Ida de 2015 que fue una tormenta tropical débil, pero de larga duración que se movió erráticamente a través del océano abierto, sin amenazar la tierra durante su existencia.