30 Julio 2020, 7:00
Actualizado 30 Julio 2020, 08:53

Poco a poco van apareciendo más tormentas organizadas en el Atlántico. Estamos metidos de lleno en el período apropiado para ello, pero en meteorología no todo es llegar y besar el santo. No por el hecho de estar en el momento del año propicio para ello, han de producirse. Hay diversos factores a tener muy en cuenta: la temperatura del agua del océano, los vientos en altura y la humedad en determinados niveles de la atmósfera, entre otros. La semana pasada la tormenta tropical “Gonzalo” rondaba el Atlántico con ganas de convertirse en huracán. Así lo marcaban los pronósticos. Pero, ¿qué pasó? Muy probablemente la arena del desierto del Sahara frenó ese ascenso de categoría.

Tormenta tropical Gonzalo
Trayectoria de Gonzalo prevista el 22 de julio

De los ingredientes más importantes, la humedad de la masa de aire donde se está desarrollando el ciclón es fundamental, aunque no siempre está disponible. El hecho de que estemos hablando de eventos que se gestan encima del Atlántico nos puede dar pie a pensar que es fácil disponer de humedad. Pero hace unas semanas os contábamos que en ocasiones grandes masas de aire cargadas de polvo sahariano llegan hasta el Caribe a través del océano. Ese aire cargado de arena tiene como principal característica la sequedad, o la baja humedad.

De los ingredientes más importantes, la humedad de la masa de aire donde se está desarrollando el ciclón es fundamental

Por lo tanto, con masas de aire seco rondando la formación de ciclones en el entorno de Cabo Verde, cerca del continente africano, ya estaríamos teniendo una inhibición. A ello hay que añadir que la arena podría absorber radiación solar y así la temperatura del agua y del aire que tiene por encima no sería tan alta. Esto último no está hasta el momento probado al 100%. De esta manera "Gonzalo" se vio muy condicionado, pues durante las últimas semanas mucho polvo sahariano ha viajado hasta centroamérica. Tras hacer la previsión de pasar a huracán, las circunstancias cambiaron y no llegó a esa categoría.

El origen de los huracanes suele estar lejos del Caribe

No hay que perder de vista que los huracanes tienen su origen en las inmediaciones del archipiélago caboverdiano. En esa zona del Atlántico comienza la formación de tormentas que a medida que se introducen hacia el océano pueden ir cogiendo complejidad, si las condiciones lo permiten. Pasan a tormentas tropicales, ya con nombre, y posteriormente a huracán. La última tormenta tropical ha sido “Hanna” en el Golfo de México, la anterior fue “Gonzalo” -que se pudo debilitar por la arena del Sahara- y actualmente se está formando “Isaias”. 

Anomalía de temperatura Atlántico
Anomalía de la temperatura del Atlántico a 27 de julio de 2020

Este año la anomalía de la temperatura del agua es de entre 1 y 3ºC positivos en el corredor donde se forman las tormentas. Es un año que se prevé sea más propenso para su formación y ascenso a categoría de huracán. Además del factor temperatura del agua, hay que añadir que ese aire seco con polvo del desierto está tendiendo a disminuir, por lo que tendríamos otro ingrediente a favor y formarse así huracanes con más facilidad.

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¿Puede llegar la arena del Sahara al continente americano?

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