Los patrones de lluvia a nivel mundial siguen mostrando cuán complejo es el sistema climático planetario. Un ejemplo son las previsiones estacionales que aún siguen sujetas a elevadas incertidumbres en su predicción, sobre todo en las estaciones de la primavera y del otoño.
Desde hace unos años los investigadores en Meteorología barajan el concepto de “río atmosférico”: una descomunal corriente de aire, de varios cientos kilómetros de anchura y miles de kilómetros de longitud, que transporta una ingente cantidad de vapor de agua tropical y que impacta de lleno en las costas de los continentes dejando allí importantes diluvios. La riada de La Roca de la Sierra y de Puebla de Obando en diciembre de 2022 fueron un claro ejemplo.
Estas estructuras dinámicas surgen por la disposición de los anticiclones y de las borrascas. Ambos se deben alinear para favorecer esa canalización de origen tropical. Esta condición es la que dificulta su predicción a varios días y, por supuesto, en varias semanas; además puede hacer que un periodo sea extremadamente lluvioso en una zona y extremadamente seco en otra cercana.
Los últimos análisis muestran que podrían tener cierta relación con los fenómenos de El Niño y de La Niña, afectando directamente a las costas americanas del Pacífico. Un ejemplo es California donde cuenta con irregularidad de las precipitaciones debido a este tipo de estructuras atmosféricas. Hemos hablado con Alfredo Crespo, actualmente estudiante de doctorado en el Grupo de Física No-Lineal de la Universidad de Santiago, que está de estancia en Boulder, Colorado. Esta entrevista se emitió el pasado 19 de marzo de 2025. Pincha en la imagen y escúchala.