El palacio episcopal de Plasencia (Cáceres) ha acogido este lunes la toma de posesión de Ciriaco Benavente Mateos como nuevo administrador apostólico de la Diócesis de Plasencia, en la que será su segunda experiencia en el cargo pues, como él mismo ha recordado durante el acto, ya lo desempeñó entre 1992 y 1994.
La toma de posesión de Benavente se ha celebrado con la presencia de los miembros del colegio de consultores, previa a una reunión con el organismo.
Con dicho juramento, Ciriaco Benavente, obispo emérito de Albacete, ha iniciado su gobierno pastoral durante el periodo de sede vacante hasta la llegada de nuevo obispo.
Benavente ha aceptado el nombramiento "con profundo agradecimiento y también desde el recuerdo y afecto al que fuera obispo de Plasencia José Luis Retana" y ha añadido: "por supuesto, al papa Francisco que me da este nombramiento que yo ni he buscado, ni me ha apetecido, ni que deseaba, pero acepto gustosamente".
"Cuento con la colaboración de todos vosotros y vamos a intentar llevar adelante esta tarea", ha apuntado.
También ha aprovechado la ocasión para agradecer el respaldo y el trabajo del colegio de consultores y de los que hasta ahora han sido vicarios.
Ciriaco Benavente Mateos nació el 3 de enero de 1943 en la localidad cacereña de Malpartida de Plasencia.
Cursó los estudios eclesiásticos en el seminario de Plasencia, fue ordenado sacerdote el 4 de junio de 1966 y es graduado social por la Universidad de Salamanca.
Comenzó su ministerio sacerdotal en el pueblo salmantino de Béjar, donde fue coadjutor, de 1966 a 1972, y luego párroco, de 1973 a 1979, de la parroquia de San Juan Bautista.
Desde 1979 a 1982 fue rector del seminario de Plasencia y delegado diocesano del clero entre 1982 y 1990.
Este último año fue nombrado vicario general de la diócesis hasta su nombramiento episcopal como obispo de Coria-Cáceres (Cáceres) el 22 de marzo de 1992, cargo en el que se mantuvo hasta el 16 de octubre de 2006, fecha en la que fue nombrado obispo de Albacete.
El 25 de septiembre de 2018 la Santa Sede hizo público que el papa Francisco aceptaba la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Albacete, presentada por Benavente, que había cumplido 75 años de edad el 3 de enero de 2018.
Ese mismo año pasó a la condición de obispo emérito de Albacete.
