El Gobierno portugués prorrogó hoy los controles fronterizos y otras restricciones que estaban vigentes para combatir el avance de ómicron, que deja cifras récord de contagios en el país, pero abrirá las escuelas el próximo lunes.
Las medidas fueron adoptadas en el consejo de ministros de este jueves, cuando las autoridades notificaron 39.074 contagios de covid-19, muy cerca del máximo de toda la pandemia registrado un día antes, y tras una reunión con los epidemiólogos para evaluar la situación tras las fiestas.
Pese al récord de contagios, los niveles de mortalidad e ingresados se mantienen moderados en Portugal -25 muertes y 1.311 personas en los hospitales este jueves-, como recordó el primer ministro, António Costa, en la rueda de prensa de presentación de medidas.
"No estamos en una situación de presión en los ingresos ni en los cuidados intensivos", señaló Costa, que aseguró que la situación es "tranquila" pero es necesario actuar con "cautela" ante el avance de ómicron, que ya tiene una prevalencia del 90 % en el país.
La expectativa es que Portugal, donde la incidencia a 14 días supera los 2.100 casos por 100.000 habitantes, registre un "crecimiento significativo" de los contagios en los próximos días, por lo que el Gobierno decidió prorrogar la mayor parte de las restricciones que están en vigor.
Teletrabajo obligatorio, pero vuelven las clases
El teletrabajo obligatorio, que estaba vigente hasta el día 10, se prorroga hasta el 14 de enero y después de esa fecha será recomendado.
Sin embargo, la vuelta a las aulas, que ya había sido pospuesta anteriormente al próximo lunes día 10, se mantendrá para esa fecha, con una campaña de test en paralelo a la vacunación de los niños y los profesores durante las dos siguientes semanas.
El 14 de enero podrá reabrir finalmente el ocio nocturno, que permanecía cerrado desde el 25 de diciembre, aunque para acceder se exigirá test negativo, y se mantiene la prohibición del consumo de alcohol en la vía pública.
El test también será obligatorio para visitar residencias y hospitales, grandes eventos y recintos deportivos, aunque quedan exentos los que ya hayan recibido la dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 hace más de 14 días.
Para acceder a restaurantes, hoteles y otros alojamientos turísticos, gimnasios y eventos y espectáculos culturales como cines será suficiente con el certificado digital, incluido el de vacunación, y se mantienen los límites de aforo en el comercio.
También continúan los controles fronterizos: la exigencia de test negativo para acceder al país por vía aérea, vigente desde el 1 de diciembre, se prolongará hasta el 9 de febrero, así como las sanciones a las aerolíneas que dejen embarcar a pasajeros sin la prueba, que podían ascender a 20.000 euros.
Desde que la medida entró en vigor, se ha multado a cerca de 2.000 pasajeros y 38 aerolíneas por falta de test, según los datos divulgados este jueves por el Ejecutivo.
Nuevas normas para aislarse
Portugal también estrena nuevas medidas para los aislamientos, que ya habían sido avanzadas por la Dirección General de Salud lusa y que reducen a una semana el tiempo que deben permanecer sin salir de casa los asintomáticos y los que registren síntomas leves.
El aislamiento sólo se aplicará a los positivos y a sus convivientes, aunque si estos últimos ya han recibido la dosis de refuerzo quedan exentos de confinarse.
En Portugal, con 10,3 millones de habitantes, el 89 % de la población total tiene la pauta primaria completa, porcentaje que asciende a más del 98 % si sólo se tiene en cuenta a los mayores de 11 años.
Además, tres millones de personas ya han recibido la dosis de refuerzo.
El país afronta actualmente su quinta ola de contagios y acumula desde que estalló la pandemia 1.539.050 infecciones y 19.054 fallecimientos.