Si hay un producto que siempre queda bien en la mesa para acompañar un encuentro con amigos son las aceitunas extremeñas como las que se producen en La Granja, un municipio del norte de Cáceres en el que un negocio familiar se dedica a la gestión, venta y distribución de aceitunas de mesa en todo el mundo.
El proceso aquí comienza cuando las aceitunas llegan a sus instalaciones procedentes de diferentes cooperativas y productores para pasar luego a su almacenamiento durante meses en grandes depósitos para controlar su fermentación.
Estas instalaciones extremeñas pueden llegar a superar los dos millones y medio de kilos de aceitunas en estos depósitos antes de comenzar el proceso final de preparación previa a su venta en países de todo el mundo.
Estas instalaciones almacenan más de dos millones y medio de kilos de aceitunas
Para que la aceituna adquiera su color negro se realiza un proceso de oxidación con sosa durante cuatro o cinco días en almacenamientos que incorporan oxígeno con el fin de alcanzar ese color tan característico.
Deshuesado y envasado
Buena parte del encanto que tienen las aceitunas en gran parte de los consumidores es que llegan sin huesos listas para su consumo, por lo que es necesario que el producto pase por la maquina pertinente y por un selector manual en el que las personas operarias quitan de la cadena a aquellas que tengan hueso o su rabito.
También pasan por un detector de metales para garantizar que el único contenido que llegue en la lata sean las aceitunas y nada más que aceitunas. No es menos importante “el gobierno”, el nombre con el que se conoce al líquido que acompaña a las aceitunas y que permite su conservación. Se trata de salmuera y permite que las aceitunas se conserven hasta tres años desde su fecha de envasado.
Por todo el mundo
Estas aceitunas extremeñas viajan a lugares como Irak, Rusia, Bielorrusia, Italia, Holanda o Francia. También a Estados Unidos, aunque allí el sector debe soportar la presión de los aranceles que la administración de Donald Trump impuso y que Joe Biden no ha eliminado aún.
Viajan a lugares como Irak, Rusia, Bielorrusia, Italia, Holanda o Francia. También a Estados Unidos
Ahora trabajan para que las aceitunas que producen lleguen también a los países árabes, que junto al resto de destinos, forma parte de la estrategia de venta del producto.