El presunto autor de la agresión mortal a un guardia civil en Don Benito (Badajoz) ocurrida en noviembre de 2018 ha reconocido los hechos y ha exculpado a los otros tres acusados, dos de ellos hermanos suyos, al tiempo que su letrada ha alegado como atenuante que su cliente había ingerido bebidas alcohólicas.
"Al sacar yo la navaja, él -en referencia al agente- vino a por mi y no se que pasó pero le pinché, no sabía si lo hacía en el cuello o dónde", ha aseverado el acusado, de 23 años, durante su declaración en la presión del juicio por Tribunal del Jurado de estos hechos.
En su relato, ha expuesto que el apuñalado se dio la vuelta y se fue... "lo perdí de vista y me monté en el coche sin saber que había muerto", ha afirmado.
El juicio aborda la muerte de un guardia civil ocurrida a la salida de un local de ocio nocturno de Don Benito, en la que tres hermanos y un cuarto hombre están acusados por diversos delitos y grados.
El Ministerio Público -en su escrito provisional- pide 24 años de cárcel para dos de los acusados -hermanos- por ser autores de un delito de asesinato y otro de atentado, 14 años para un tercer acusado -hermano también de los anteriores- como cómplice de asesinato y autor de atentado, y dos años y medio para el cuarto acusado, "amigo" de los anteriores, por el delito de encubrimiento.
La Fiscalía también ha pedido la cantidad de 420.000 euros en concepto de compensación económica para la familia del fallecido.
Según relata la Fiscalía en su escrito provisional, los cuatro acusados llegaron alrededor de la 01:30 horas al local donde por motivos no determinados iniciaron una discusión en el interior, del que fueron expulsados por los servicios de seguridad privada del establecimiento.
Sin embargo, cuando los acusados llegaron al vestíbulo del local se encontraron con el guardia civil quien, a pesar de estar fuera de servicio, intento mediar ante la actitud violenta de los acusados, dos de los cuales reaccionaron de forma agresiva contra él.
Minutos después, tres de los acusados vieron al guardia civil en el exterior del local y, "de forma conjunta y unitaria, y con un claro propósito de acabar con la vida" del agente, iniciaron "una dinámica de hostigamiento e intimidación", y decidieron ir a por el agente, añade en su relato el Ministerio Público.
En situación de "inferioridad e indefensión", uno de los acusados golpeó a la víctima en el tórax y en la mandíbula, y otro le asestó dos puñaladas con una navaja, que ocasionaron su muerte.
En su relato, el principal acusado ha expuesto que al salir vio a uno de sus hermanos agarrado por los guardias de seguridad y al guardia civil en posición amenazante y "desafiante", ante la cual optó por sacar una navaja para intentar disuadirle, algo que, según la versión de este acusado, "no le importó y siguió alterado".
"Si encontrasen la navaja, lo único que iban a encontrar era la sangre y mis huellas", ha aseverado para remarcar que el fue el único autor de la agresión.
"Estoy totalmente arrepentido, pido mil disculpas a la familia; yo jamás quería que esto sucediera y sólo le pido a Dios que me ayude a llevar esta carga toda la vida", ha manifestado.
En concreto, el Ministerio Público -en su escrito provisional- pide 24 años de cárcel para dos de los acusados por ser autores de un delito de asesinato y otro de atentado, 14 años para un tercer acusado como cómplice de asesinato y autor de atentado, y dos años y medio para el cuarto acusado por el delito de encubrimiento.
Asimismo, la Fiscalía pide para los tres primeros acusados el pago de una indemnización de 420.000 euros para los familiares del fallecido.
Mayores penas han pedido tanto la acusación particular como la popular, representada por la Asociación Unificada de la Guardia Civil. El letrado de la familia, Antonio Vázquez, solicita la máxima pena por asesinato para los cuatro acusados, además de una compensación económica de 200.000 euros para cada uno de los dos hijos de la víctima y otros 150.000 para la mujer.
De hecho, durante esta primera sesión, el abogado de la familia ha expuesto que los acusados llegaron juntos y huyeron de la escena de la misma forma, lo que, a su juicio, supone "una organización y entendimiento de todos los acusados".
Por el contrario, la letrada del acusado de la agresión mortal ha afirmado que su representante admite toda la responsabilidad de lo sucedido, aunque ha alegado como atenuante el estado de intoxicación alcohólica, por lo que considera que es delito de homicidio por imprudencia grave, y ha resaltado la colaboración que tuvo "en todo momento durante el transcurso de la investigación".
Sin embargo, la acusación ha negado este hecho.
Los letrados del resto de acusados niegan los hechos expuestos por la Fiscalía y las acusaciones, por lo que piden la libertad de sus representantes y se declaran por ello inocente de todos los cargos.
Comienza en juicio por la muerte de un Guardia Civil en un pub de Don Benito en 2018