El agua es un recurso muy valioso, y mucho más en época de sequía. Por eso, no podemos desperdiciarla. En el Canal de Orellana, debido, entre otras cosas, al mal estado de las acequias, se pierde parte del caudal. Los regantes planifican ya un cambio en el sistema de riego para evitar las fugas.
Las conducciones de agua más antiguas de Orellana superan los 60 años y el tiempo no pasa en balde. Juan Diego Fuentes es jefe de explotación y asegura que "el hormigón se va agrietando, las juntas se van deteriorando poco a poco y son todos puntos que el agua al final acaba filtrando".
Son problemas que dan la cara cada primavera con los primeros riegos. Luis Gutiérrez, presidente de la Comunidad de Usuarios Canal de Orellana, lamenta que "siempre aparecen nuevas averías, nuevas fugas y tiene un coste de mantenimiento muy alto, y eso año tras año se va incrementando". Cada campaña, la Comunidad de Usuarios repara las principales fugas. Una de las acciones es cubrir las acequias en peor estado con polietileno. Estas actuaciones poco a poco van disminuyendo las pérdidas.
Hace varios años estaban las pérdidas en torno al 10% o al 12% y ahora estamos en torno al 7% e intentando disminuir cada vez más estas pérdidas
Pero a las fugas por el deterioro se le suman también las pérdidas por evaporación del agua. Por eso, ya trabajan en un cambio de sistema. Esperan antes de que acabe el año comenzar la redacción del proyecto de obras que hará mas eficientes las 56.000 hectáreas de regadío de Orellana.