Juicio en Mérida
El juicio contra una veterinaria y once cazadores por la muerte de 40 galgos ha finalizado este miércoles en Mérida con la retirada de la acusación para ocho de los propietarios de los animales.
Para la veterinaria solicita dos años y ocho meses de prisión y multa de 10 meses por un delito de falsedad documental continuada y 15 meses de prisión y dos años y seis meses de inhabilitación para tenencia y oficio relacionado con animales por cada delito de maltrato animal.
Para los propietarios de los animales sacrificados solicita 15 meses de prisión y dos años y seis meses de inhabilitación para tenencia y oficio relacionado con animales por cada delito de maltrato animal.
Según descubrió el Seprona de la Guardia Civil descubrió que durante los años 2017, 2018 y 2019 la acusada dio de baja a 166 perros, de los cuales 41 apuntaban "serios indicios" de responder a la misma práctica utilizada con Borrasca, una perra cuyo cadáver apareció enterrada y cuyo propietario declaró a los agentes que la facultativa le puso una inyección y la dio de baja tras comentarle que "ya" no le valía.
Además, según indica la asociación El Refugio, personada como acusación particular, "11 cazadores de la comarca, indiciariamente, tenían como práctica habitual deshacerse de los perros que utilizaban para cazar cuando estimaban que nos les servían", para lo que se ponían en contacto con esta veterinaria, "quien ejecutaba presuntamente los sacrificios tanto en su centro veterinario como en las instalaciones de los propietarios dentro de la comarca".
Por ello, "cobraba a los cazadores entre 10 y 15 euros, cantidad bastante inferior al precio estipulado en cualquier centro veterinario por una eutanasia, que suele rondar los 40 euros", ha asegurado El Refugio, consignando como causa del fallecimiento enfermedad o accidente, "motivos completamente falsos presuntamente".
Juicio a una veterinaria y once cazadores por sacrificar perros