Cada vez es más difícil escuchar a tamborileros, sobre todo en la provincia de Badajoz. Por ello, acaba de arranca una escuela que se resiste a que este tradicional sonido desaparezca.
José María Embid explica a sus alumnos las técnicas de esta figura secular en pueblos y ciudades que, en el caso de Badajoz, se ha perdido hace décadas por charangas o música grabada.
"Queremos que vuelva a ser un instrumento religioso, que acompañe en la Semana Santa"
La escuela arranca en la casa parroquial de la Iglesia de San Agustín con 11 alumnos, repartidos en varios turnos. Javier Hernández es uno de ellos. Tiene 12 años, viene de Zafra y lleva tocando desde este verano.
"Vengo del flamenco y me llama la atención que se tocan dos instrumentos a la vez, uno de percusión y otro de viento"
La metodología de enseñanza de José María es empezar por el de viento, por la flauta pastoril. Las primeras lecciones son de soplo, conocer las tres notas principales y finalmente introducir partituras.
"Romper el alba con la música del tamborilero por las calles es algo que a la gente le gusta"
Así lo ha sentido también Gregorio Gallego en su pueblo, Zahínos.
"Desde luego no es lo mismo que cuando pones por ejemplo un coche con música..."
Los tamborileros se concentran en nuestra región sobre todo en el norte: Hurdes, Gata, La Vera... El objetivo ahora es aumentar su número en el suroeste de la provincia de Badajoz.