Caza furtiva con galgos
La Guardia Civil ha instruido diligencias como investigados a diez personas, como presuntos autores de un delito contra la flora, fauna y animales domésticos.
Son cuatro actuaciones no relacionadas entre sí, llevadas a cabo desde finales del pasado año y enmarcadas en los dispositivos para prevenir la caza furtiva.
La Benemérita explica que dos de ellas, en fincas de Llerena y Granja de Torrehermosa, se iniciaron cuando el SEPRONA de Azuaga con la colaboración de Guardas Rurales sorprendieron a seis vecinos de Mérida cazando la liebre con galgos en un día no hábil y sin autorización del titular del coto.
Personas que "hacían uso de visores térmicos para advertir la presencia de las piezas de caza, previa a la suelta de los perros para abatirlas". En la inspección de los animales utilizados en la comisión del supuesto delito, se pudo comprobar que algunos de ellos carecían de identificación y documentación sanitaria.
En las otras dos actuaciones, en cotos de Mérida y Los Santos de Maimona, agentes de La Roca de la Sierra y SEPRONA de Fuente de Cantos contaron también con la cooperación de la Directiva de la propia Sociedad Deportiva afectada, consiguiendo implicar a otras cuatro personas, vecinas de Montijo y Fuente del Maestre, que igualmente habían sido sorprendidas cazando liebres con galgos sin la preceptiva autorización.
Los animales han quedado bajo custodia de sus propietarios, a disposición de la autoridad judicial.
Ahora, según lo establecido en el Código Penal, los supuestos responsables se enfrentan a penas de multa de 4 a 8 meses, e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar por tiempo de 1 a 3 años.
La Guardia Civil recuerda que "es fundamental la colaboración ciudadana, especialmente por parte de las propias sociedades, cazadores y Guarda Rural, con el objetivo de intentar erradicar y evitar el furtivismo".