Dicen que una de las tres cosas que hay que hacer antes de morir es plantar un árbol. Y eso es lo que han hecho una treintena de voluntarios hoy en el Parque Natural de Cornalvo. Pala en mano han salido al campo a sembrar vida y futuro.
Esta es una iniciativa verde que pretende conectar a los ciudadanos con su entorno y, sobre todo, enseñar a los más pequeños a amar y cuidar la naturaleza.
La actividad estaba prevista para el pasado 26 de enero, día de la educación ambiental. Pero tuvo que se suspendida por los datos que la pandemia dejaba entonces en la región. Se han plantado especies autóctonas de la dehesa extremeña: alcornoques y encinas.