Agentes de la Guardia Civil han investigado a cuatro personas por la supuesta comisión de un delito contra la flora y la fauna, un delito contra los animales y un delito de pertenencia a grupo criminal tras capturar nidos de jilguero y provocar la muerte de la mayor parte de las crías aprehendidas, así como por hallar en una parcela a un erizo común enjaulado.
Según informa en una nota la Benemérita, en abril agentes del Puesto de Monroy recibieron un aviso que les alertaba de la presencia de varias personas que estaban capturando nidos de jilguero de árboles situados en la vía pública de la localidad de Aldea del Obispo.
Los agentes identificaron a los presuntos responsables y hallaron en el interior del vehículo en el que se trasladaban seis nidos de jilguero, que contenían huevos en fase de incubación y crías.
Los animales fueron trasladados con premura al Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje “Los Hornos”, de la localidad de Sierra de Fuentes, para que les proporcionaran los cuidados necesarios. Posteriormente, los especialistas del Centro emitieron un informe en el que constataban la muerte de la mayor parte de las crías capturadas, ya que son aves que requieren de un progenitor o de un adulto que actúe como nodriza para sobrevivir.
La caza de esta ave está prohibida, así como su tenencia, cría y comercio cuando son capturadas del medio natural sin el cumplimiento de una serie de requisitos, recuerda la Guardia Civil.
Inspección en Plasencia
Fruto de esta intervención, los agentes iniciaron una investigación para averiguar si lo ocurrido era una práctica habitual en estas personas y cuál habría sido el destino de estos animales tras su captura.
Las indagaciones desembocaron en la inspección de una parcela situada dentro del término municipal de Plasencia, que se llevó a cabo el pasado día 26 de junio. Allí albergaban multitud de animales encerrados en compartimentos. Entre ellos localizaron hurones, perros, gallinas, además de jilgueros y carboncillos.
También hallaron un erizo común en un cajón jaula, siendo este una especie protegida, por lo que fue intervenido y trasladado igualmente al Centro de Recuperación “Los Hornos”.
La operación ha supuesto la investigación de tres hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 21 y los 50 años.