En 2014 una campaña de crowdfunding apostó por convertirla en minigaleria
Adentrarse en el barrio judío de Hervás siempre es una experiencia recomendable. La judería mejor conservada de Europa nos ofrece uno de los rincones más hermosos del Valle de Ambroz y la posibilidad de viajar en el tiempo mientras nos hacernos a la idea de cómo transcurría la vida de la comunidad judía desde el siglo XIII hasta su expulsión, ordenada por los Reyes Católicos mediante el Edicto de Granada de 1492.
Repartidos por sus calles angostas, una forma de construcción que servía de aislante térmico natural al conseguir con esta irregular simetría cortar los vientos y dar sombras en verano, encontramos numerosos símbolos y vestigios de la cultura hebrea como menoráhs, candelabros de aceite de siete brazos, o las cruces de David. Y algún que otro elemento singular.
Ahí se ubica la considerada vía más estrecha de España, la Travesía del Morón, de apenas medio metro de ancho, y nuestra protagonista, que se ha convertido en uno de los rincones más fotografiados de la localidad.
Se trata de una cabina telefónica, réplica en madera de la original, instalada en los años 90. Un lugar que los vecinos vinculan a amores distantes y llamadas interminables gracias al truco de la 'moneda de 25 pesetas y el hilo'. En Hervás llegaron a existir más de una decena de cabinas pero la de la esquina de la calle Maxedo es la única que ha conseguido sobrevivir.
Ni el tiempo, ni la móviles ni tan siquiera la Ley General de Telecomunicaciones que eliminó la obligatoriedad de conservar las 130 que quedaban en la provincia de Cáceres y 251 en la de Badajoz, pudieron con ella.
De hecho en 2014 una campaña de crowdfunding instó a su mantenimiento como mini galería. El Ayuntamiento ha apostado desde entonces por conservar este espacio como cartelera de cine y dar publicidad a las actividades culturales que se desarrollan en la localidad.
Cuenta atrás para la desaparición de las 381 cabinas telefónicas que sobreviven en Extremadura