Reunión en Mérida entre la Junta de Extremadura y la Confederación Hidrográfica del Tajo. La primera representada por la consejera de Transición Ecológica, Olga García, y la segunda por el presidente del organismo de cuenca, Antonio Yáñez.
Sobre la mesa ha habido tres asuntos primordiales: planificar el resto del año hidrológico, proteger el abastecimiento humano en los municipios y evitar que se repitan los desembalses masivos que Iberdrola realizó el verano pasado.
A todo ello se ha comprometido la Confederación, que ha garantizado a la Junta que no habrá desabastecimiento de agua en las poblaciones. Entre ellas, y muy especialmente, en Cáceres, con el suministro que le llega del embalse de Alcántara.
Esta garantía es posible gracias a la modificación que hizo el Gobierno central de la Ley de Aguas el año pasado. La nueva norma permite fijar unos máximos de caudal desembalsado y, en casos de sequía, prima el consumo humano y los usos agropecuarios del agua sobre la producción de energía.
Limitación a las centrales eléctricas
En este sentido, el director general de Planificación e Infraestructuras Hidráulicas, Álvaro Jiménez, ha asegurado en referencia a los desembalses para explotación hidroeléctrica que "lo ocurrido el año pasado es imposible que ocurra éste".
"Lo ocurrido el año pasado es imposible que ocurra éste"
En la memoria está el gran desembalse en Valdecañas el verano pasado, que dejó al pantano al 21 por ciento de su capacidad y provocó problemas de abastecimiento a varios municipios.
Parque Nacional de Monfragüe
También ha sido notorio el descenso de caudal en el embalse de Alcántara, lo que ha afectado al Parque Nacional de Monfragüe. La CHT se ha comprometido a priorizar la protección de los valores medioambientales de este entorno.
Las reuniones entre la Junta y la Confederación Hidrográfica del Tajo se redoblarán en los próximos meses, con el fin de intercambiar información y hacer un seguimiento más estrecho de la situación de la cuenca durante el verano.