Aún no ha tenido tiempo de asimilarlo. De regreso de una noche mágica, Alejandro Hernández ha vuelto a lo cotidiano: a su restaurante Versátil y a su pueblo, Zarza de Granadilla. Aunque, en esta ocasión, luciendo su nueva chaquetilla con estrella.
Hoy el establecimiento que crearon hace cuatro años está cerrado, pero ya se preparan para el próximo servicio. El reconocimiento de ayer ha ampliado su lista de reservas hasta marzo. "Cuando salió el nombre ya se deja de pensar y se entra en otro mundo", recuerda feliz Alejandro. "Lo primero que escuchamos fue Zarza de Granadilla, y ahí ya supimos que seríamos nosotros y empezó la emoción", añade su hermano José Luis, Jefe de Sala de Versátil.
"Lo primero que escuchamos fue Zarza de Granadilla, y ahí ya supimos que seríamos nosotros y empezó la emoción"
Y es que este es un proyecto muy familiar. Tras años de formación y de trabajar con cocineros como Martín Berasategui, su mentor, Alejandro decidió volver a casa y empezar con sus dos hermanos este camino: Versátil.
"A todos nos gusta comer tradicional, pero también que nos mimen y que nos traten un poco diferente", apunta Alejandro como clave del éxito de su restaurante. "Intentamos tratar al cliente con la máxima naturalidad para que se sienta cómodo; si el inspector que ha venido aquí ha visto eso y le ha gustado, no debemos cambiar", añade José Luis.
"Lo primero que escuchamos fue Zarza de Granadilla, y ahí ya supimos que seríamos nosotros y empezó la emoción"
Tradición, cariño, singularidad y naturalidad propias de su pueblo y de Extremadura. Una región muy presente en la carta de Versátil: "Siempre que podemos vendemos Extremadura; aunque todos los clientes conocen los Ribera y Rioja, siempre que podemos nos los llevamos a nuestro terreno y defendemos la tierra", explica David, encargado de la bodega y tercero de los exitosos hermanos.
El firmamento gastronómico ya tiene una estrella con apellido Hernández y sello de Zarza de Granadilla.
