La cascada del Diablo es una de las más visitadas de la comarca de La Vera. A pesar de ser un lugar escarpado, tiene escaleras de acceso. Las abundantes precipitaciones caídas hacen que baje aún más agua, por eso, toda precaución es poca para evitar, sobre todo, resbalarse. Todo apunta a que fue eso, un resbalón, lo que le sucedió el sábado al joven de 21 años que visitaba la zona junto a su pareja, procedente de la localidad madrileña de Leganés.
Sobre las 4 de la tarde, el alcalde de Villanueva, Antonio Caperote recibió una llamada del 112 alertando del accidente. Hasta aquí se desplazó una dotación de la Guardia Civil, sanitarios de Villanueva, así como bomberos que tuvieron que actuar en el rescate dada la dificultad del acceso a la poza. Según el regidor, "los bomberos tuvieron que bajar con cuerdas al fondo de la chorrera" donde ya se encontraron sin vida el cuerpo del joven.
Precaución en las zonas de baño naturales
Los vecinos de la Vera conocen los parajes naturales y sus gargantas y piden a los turistas, que sobre todo en verano, tengan mucho cuidado a la hora de acceder a las pozas y chorreras; sobre todo este año, cuando las lluvias han sido abundantes y hay un mayor peligro de deslizamiento.
La cascada del Diablo, una belleza natural
La cascada del Diablo está en la garganta de Gualtamino, en árabe significa «garganta que no se seca», una piscina natural y de más de 20 metros de altura, rodeado de enebros y madroños, en Villanueva de la Vera. Sus aguas bajan de la Sierra de Gredos, creando espectaculares saltos de agua, para continuar su recorrido hasta desembocar en el río Tiétar.