El colectivo Ecologistas Extremadura considera que la vuelta de la caza al Parque Nacional de Monfragüe acarreará repercusiones económicas "negativas", en tanto que incidirá "negativamente" sobre el turismo ornitológico y de naturaleza que tiene "mucha más importancia" económica.
Además, entiende que el actual Gobierno autonómico de María Guardiola "se equivoca" en este asunto "al anteponer el interés de una parte del colectivo de cazadores frente al interés general y la conservación de un Parque Nacional", y les recuerda que "son muchos más los votantes que no cazan" y que "incluso hay cazadores en contra de estas cacerías en el Parque Nacional".
De este modo se pronuncia Ecologistas Extremadura tras la reunión este pasado jueves, día 5, del Patronato del Parque Nacional de Monfragüe en la que ha quedado a su juicio en "evidencia" las "medias verdades y mentiras" de algunos políticos que "pretenden traer la caza al Parque Nacional de Monfragüe, "pese a la oposición y argumentos de las organizaciones ambientales, el Ministerio de Medio Ambiente y otros asistentes" a dicho encuentro.
En este sentido, en nota de prensa la organización afirma que "no es cierto" que las actuales acciones de control sean "insuficientes", ya que "en tan sólo siete meses se habían cazado el 92,91 por ciento del cupo de captura previsto para el jabalí este año con 524 capturas".
Al respecto, añade que las capturas "cesaron en julio", y que de haber continuado con el mismo "ritmo" se habrían "superado ampliamente" las capturas previstas, teniendo en cuenta además que agosto y septiembre son "muy buenos meses" para este control por la menor disponibilidad de alimento.
En cuanto al ciervo, apunta que se habían capturado 261 ciervos, el 62,44 por ciento de los previstos, pero además se ha "parado" en los meses de agosto y septiembre que son "mucho mejores" para este sistema de cercones por la menor disponibilidad de alimento fuera de los cercones de captura.
Por otra parte, Ecologistas Extremadura incide en que "no" se han presentado informes científicos que avalen la "necesidad" de usar armas de fuego y cazadores aficionados, que "pueden poner en riesgo el ecosistema ya que previsiblemente usarán munición de plomo, metal pesado contaminante, que no se emplea en la acciones de control que se estaban llevando a cabo".
Además, teme que estos métodos de control cinegético van a provocar "más sufrimiento animal", entre otros motivos por la posibilidad de quedar animales malheridos, aspecto que según indica no ocurre con los actuales métodos de control.
De igual modo, tras incidir también en que hay un "riesgo inaceptable" para ellos de que algún cazador no profesional "asuste" o "dispare" a especies protegidas, ha pedido que de celebrarse los disparos "únicamente los realicen tiradores de la guardería con demostrada experiencia y que los voluntarios de las sociedades de cazadores únicamente se dediquen a espantar a los ungulados".
Por otra parte, recuerda la asociación que los actuales métodos han permitido liberar a los machos de "mejor calidad" que se habían metido en los cercones, y teme que los cazadores puedan disparar a los ciervos con mejores cornamentas, tras lo cual pide a la Junta que "en cualquier caso no se dispare a los machos que no afectan a las sobrepoblación, ya que no paren nuevas crías y son muy atractivos para los visitantes".
Finalmente, Ecologistas Extremadura cree igualmente que los cupos de ciervo deberían haberse "bajado" por estar "sobreestimados" y por la "incidencia" de la nueva patología de la EHE, también conocida como enfermedad hemorrágica del ciervo, que a falta de datos sobre la incidencia en los cérvidos del Parque Nacional, como en otras zonas puede haber provocado mortalidades de "en torno a un 10 por ciento de la población", apunta.