El secretario general de la Confederación Empresarial Extremeña (Creex), Javier Peinado, considera que la región no recuperará los niveles económicos anteriores a la pandemia, como mínimo, hasta dentro de dos años.
En una entrevista a EFE, Peinado ha trasladado el difícil camino que aún deberá pasar la economía extremeña pese a la llegada de la vacuna del coronavirus.
Aunque cree que el cambio de tendencia económica se producirá a partir del próximo verano, para la recuperación de los niveles de empleo, de Producto Interior Bruto (PIB) y de comercio exterior, entre otros indicadores, "habrá que esperar más”.
El cambio de tendencia económica se producirá a partir del próximo verano
“La escalada económica será larga y dependerá mucho también de cómo se implementen y ejecuten los fondos de reconstrucción europeos por parte de las administraciones, pero también de que "su efectividad no se demore”, ha manifestado.
Para Peinado, las características de la comunidad autónoma, con un gran peso de la pequeña empresa, los autónomos, el funcionariado y el sector primario "no ayudan tampoco a agilizar la recuperación". Así, ha recordado que cuando empezó la pandemia sus efectos tardaron en notarse, por ejemplo, en el empleo.
El secretario general de la Creex ha incidido en los efectos devastadores de la crisis dejada por el coronavirus y ha querido trasladar que “nadie puede ser iluso y pensar que con la vacuna la situación ya estará resuelta al día siguiente”.
Caída de la facturación en 2020
Según los datos de la Creex, las firmas extremeñas no llegaron en muchos casos en 2020 a facturar el 50 por ciento de lo obtenido el año anterior, lo que refleja “la mala situación de las empresas, lo cual se traslada por desgracia en el mercado de trabajo y en el desempleo”.
“A fecha de hoy se ha perdido prácticamente todo el empleo obtenido durante los dos años anteriores”, ha afirmado.
Todas estas circunstancias se producen porque al impacto de los primeros meses de la pandemia le han seguido las siguientes restricciones en el intento de frenar los contagios, las cuales “han reducido aún más las reservas que tenían las empresas, las cuales cada vez tienen menos oxígeno”.
Todo ello afrontando además unos gastos fijos que "son prácticamente idénticos a los existentes antes de la pandemia, se diga lo que se diga, y por muchos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), exoneraciones de cuotas, aplazamientos de impuestos o créditos ICO que se hayan instaurado”.
Por otra parte, y en relación a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), a la patronal extremeña “no le acaban de convencer, pues, entre otras razones, son muy cicateros con respecto a la comunidad autónoma..., la mayoría de la infraestructura productiva se destina al tren, partida muy necesaria, pero Extremadura precisa inversiones en otros muchos más ámbitos”.
