El agua y la vegetación son los grandes atractivos del Valle del Jerte
La comarca extremeña del Valle del Jerte se ubica al norte de Plasencia y es una zona en la que la naturaleza se convierte en el atractivo turístico más importante a lo largo de sus 370 kilómetros cuadrados. La zona fue declarada bien de interés cultural en 1973 y sus bosques, junto a las gargantas y cascadas de la zona, dibujan una imagen digna de postal.
Cuenta con una población de 12.000 habitantes que se reparte entre los onces municipios que la componen y que atesoran la mayor diversidad medioambiental de la región. De hecho, la mayor parte del Valle del Jerte forma parte de la red natura 2.000.
Se trata de una tierra de tradición agrícola con un producto estrella que conoces casi con toda seguridad: la cereza. Cuenta con una denominación de origen y se ha convertido en el producto insignia de la comarca.
La cereza tiene denominación de origen y se ha convertido en el producto insignia de la comarca
El primer destino que visitamos es la localidad de Jerte, situada entre Navezuela y Tornavacas. Uno de los grandes atractivos que ofrece el municipio para el turista es la posibilidad de hacer barranquismo y adentrarse en la naturaleza a través de sus gargantas y cascadas. El valles es un territorio ideal para esta práctica deportiva porque cuenta con numerosos recursos acuáticos, como los torrentes de aguas cristalinas.
Probablemente te suene la ‘Garganta de los Papúos’, una de las joyas del turismo en esta comarca extremeña. Existen empresas en la zona que se dedican a organizar este tipo de deportes para los turistas interesados en vivir una experiencia única.
“La pasión por el Valle del Jerte llega desde pequeño” dice Ángel, uno de sus vecinos y promotor de las actividades de aventuras.
Para ello es necesario desplazarse en cuatro por cuatro hasta llegar al punto de partida. Un camino que realizamos a través de pistas que ofrecen vistas espectaculares a los visitantes. “La pasión por el Valle del Jerte llega desde pequeño” dice Ángel, uno de sus vecinos y promotor de las actividades de aventuras.
Este barranco es un auténtico parque acuático en plena naturaleza, pero implica un cierto riesgo, por lo que es necesario conocer muy bien la zona y ponerse en manos de especialistas para disfrutar de la jornada sin sobresaltos.
Dentro de la misma comarca encontramos otro de sus grandes tesoros: la reserva natural ‘Garganta de los Infiernos’. Cuenta con un potencial turístico muy importante para la zona y cada año la suelen visitar cerca de 100.000 personas. Un motor económico y sostenible, pues sus vecinos se niegan a olvidar los valores de conservación y respeto por la naturaleza que les han hecho conocidos.
De hecho, sus actividades se dirigen a fomentar el conocimiento y el respeto por la zona al mismo tiempo que se evita la masificación turística.
Entre los múltiples tesoros acuáticos que esconde el valle se encuentran Los Pilones, a los que se accede tras un paseo a pie que te conduce a un terreno en el que el granito ha sido erosionado durante miles de años. Un espectáculo de aguas cristalinas que llegan del Arroyo de los Tres Cerros y de la Garganta del Collado de las Yeguas.
Entre la flora que viste la zona encontramos el ‘ombligo de Venus’, una planta comestible en ensalada que también actúa para frenar una hemorragia.
A través de un camino custodiado por cerezos accedemos a la Cascada del Caozo, una de las más accesible del valle en la que podremos realizar un descenso de unos 30 metros. ¿Cuál es la mejor época para visitarla? La primavera, pues te permitirá ver el manto blanco que dibuja el agua en ella.
No muy lejos encontramos el Camino Real, que era utilizado en la antigüedad entre los vecinos para ir de Piornal a Navaconcejo. Un recorrido inferior a dos horas a través de esta estampa natural. Tras una subida de unos 500 metros encontramos la Cascada del Calderón, un salto de agua menos conocido por los turistas debido a su acceso.
Otro de los puntos que debes visitar en este recorrido por el Valle del Jerte se encuentra a unos 25 kilómetros de la garganta. La localidad de Valdastillas cuenta con un balneario de aguas mineromedicinales en las que, además de disfrutar de un tratamiento acuático, podrás perderte por sus espectaculares zonas exteriores.
El centro fusiona diseño, descanso, gastronomía y ocio y hasta él acuden personas muy variadas y a eventos de todo tipo. Cuenta con más de setenta habitaciones y algunas de ellas tienen unas vistas increíbles a la Sierra de San Bernabé.
El tratamiento más conocido del centro se realiza con cereza, el producto estrella de la comarca. Entre sus múltiples aplicaciones para la salud y el descanso se encuentra un peeling, una mascarilla o un masaje relajante con la cereza como protagonista.
“Entrar aquí te da escalofríos porque recuerdas muchas vivencias” aseguran las personas que conocen la exposición.
El municipio más poblado de la comarca es Cabezuela del Valle, con unos 2.000 habitantes. Allí ha abierto sus puertas un museo escolar con referencias históricas del siglo XIX. Se trata de una exposición que muestra fotografías, documentos y materiales escolares del pasado hasta el punto de recrear una auténtica aula de la posguerra española. “Entrar aquí te da escalofríos porque recuerdas muchas vivencias” aseguran las personas que conocen la exposición.
Así es el Valle del Jerte, un territorio que apuesta por la calidad de vida en un terreno inmejorable para vivir y con arraigo a la tierra.