Desde que el dolmen de Guadalperal volvió a emerger del agua, hace dos semanas, los arqueólogos no han dejado de trabajar en él.
La Junta de Extremadura y el Gobierno de España, en colaboración con tres universidades, entre ellas la de Extremadura, preparan un plan integral para la protección, conservación e investigación de este monumento.
De momento no se contempla el traslado del dolmen, y se está realizando un estudio arqueológico para conocer el territorio, cómo era el paisaje, y cómo vivían y se relacionaban sus habitantes hace más de 4.000 años. No será hasta finales de verano cuando conozcamos los resultados de los estudios y más novedades sobre este lugar único en el mundo.
Todavía queda mucho por descubrir en Guadalperal
Según Enrique Cerrido, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, el dolmen no era un elemento aislado del paisaje: "había poblados, menhires, toda una serie de pequeños sitios y cada uno cumplía una función".
Mientras los expertos siguen trabajando por descubrir todos los secretos de este monumento milenario, las autoridades piden a los visitantes ser prudentes y no perturbar un lugar histórico.
El dolmen de Guadalperal luce en todo su esplendor a la espera de los trabajos arqueológicos para protegerlo