Era el día perfecto para reivindicarse. Para dar un golpe sobre la mesa. Para que los menos habituales diesen un paso al frente. Era el día perfecto para que el Extremadura olvidase su mala racha en liga y se reencontrase con la victoria, con la ilusión. El día perfecto para volver a conectar con la grada. Pero nada de eso pasó. Los azulgrana cayeron ante el Portugalete, rival de 3ª división, en un partido en el que la segunda unidad no dio la talla.
Del Extremadura poco se supo. En un error en salida de Cristián se le saltaron las costuras a un equipo desdibujado durante toda la noche. La entrada de Nono apenas ayudó. Ya era tarde. La remontada nunca fue una opción. Los azulgrana dicen adiós a la Copa. Sólo queda pelear por mantenerse en Liga SmartBank.