El extremeño Alberto Ginés reclamó un lugar de honor en la fiesta que supuso el estreno de la escalada deportiva en el programa olímpico, tras lograr una plaza en la final de los Juegos de Tokio.
Ginés, de tan sólo 18 años, logró uno de los tan sólo ocho únicos billetes para la primera final olímpica de la historia, tras concluir las preliminares en sexta posición con un total de 294 puntos.
El resultado de multiplicar la séptima plaza que logró en bloque, la decimocuarta que alcanzó en bloque y la tercera con la que cerró su actuación en la modalidad de dificultad.
"El sueño ya era estar aquí, porque era muy difícil clasificarse ya que sólo había veinte plazas y al lograr el pase a la final lo que he hecho ha sido ampliar un poco más todavía ese sueño", señaló Gines en declaraciones a la Agencia EFE.
Un rostro el del joven escalador cacereño al que habrá que ir poco a poco acostumbrándose ante la sensación, por lo visto en el Parque de Deportes Urbanos de Aomi, de que la escalada deportiva ha llegado al programa olímpico para quedarse.
Y es que la escalada demostró que más allá del envoltorio pretendidamente juvenil con el que se le ha vestido, para atraer a los espectadores más jóvenes, esta especialidad cuenta con ingredientes más que suficientes para atraer no sólo ya al púbico más joven, sino a cualquier tipo de audiencia.
Empezando por la modalidad de velocidad, la primera de las tres pruebas que deben afrontar los escaladores para determinar quien es el más completo de la especialidad.
Una vertiginosa carrera sobre una pared vertical, en la que los escaladores tardan apenas seis segundos en subir los 15 metros que separan la base la cima.
Un reto de fuerza y velocidad en el que joven escalador español Alberto Ginés, que cumplirá 19 años el próximo mes de octubre, logró una más que meritoria séptima posición tras lograr un mejor tiempo de 6.32 segundos en sus dos tentativas.
Ochenta y siente centésimas más que el francés Bassa Mawen, el más rápido de los veinte participantes, que tuvo el honor de convertirse en el primer plusmarquista olímpico con un crono de 5.45 segundos.
"En la velocidad he hecho mi tercer mejor marca de siempre en una competición, me he quedado a tan sólo tres centésimas de mi récord, así que no puedo estar más contento", explicó Ginés tras su actuación en declaraciones a la Agencia EFE.
Si la primera de las tres pruebas que compone la escalada premia la agilidad de los más veloces, la segunda, la competición de bloque, supone ante todo un reto mental. Los escaladores disponen de un máximo de cinco minutos para resolver cada uno de los cuatro "problemas" a los que deben enfrentarse.
Cuatro ascensiones en las que los escaladores deben hallar el mejor camino para llegar de la base a la cima pasando por una serie de zonas intermedias designados por los jueces. Una prueba que le fue algo peor de lo previsto al escalador extremeño que tan sólo logró hacer cima en uno de los cuatro "problemas" planteados.
Pero Alberto Ginés coronó, sin ninguna duda, el mas espectacular de todos ellos, un "problema" que obligaba a los escaladores a saltar de un agarre a otro para poder alcanzar la cima.
Sin embargo los blancos firmados por el español en los otros tres problemas restantes llevaron al español a concluir en decimocuarta posición en la modalidad de bloque, cayendo de este modo tres puestos en la combinada, para situarse en la décima plaza a falta de una última prueba, la de dificultad.
"En el bloque no he ido tan bien, pero tampoco es mi fuerte. Creo que he hecho lo que podía y he quedado el catorce, lo que me permitía llegar con opciones de clasificarme para la final a la última prueba", indicó el escalador cacereño.
La última de las tres disciplinas de la escalda es quizá la más conocida, la prueba de dificultad. Una modalidad en la que los escaladores tienen una única oportunidad para coronar una vía, que va otorgando más puntos a los competidores según se van acercando a la cima.
Una difícil ascensión en la que brilló como pocos el escalador español, que cerró esta disciplina en tercera posición, tras quedarse a tan sólo tres agarres de coronar la vía.
"En la cuerda he ido bastante bien, he sido segundo... y me he quedado a tres movimientos de hacer la vía, pero la verdad es que ya no podía hacer más", explicó Gines, al que ni ese cansancio final le impidió cumplir de poder disputar la final.