16 Noviembre 2025, 17:31
Actualizado 16 Noviembre 2025, 17:31

Este domingo se conmemora el Día Internacional del Flamenco, un arte declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el que Extremadura tiene sello y voz propia. La región no solo forma parte de la historia del flamenco por sus raíces y artistas, sino también por sus cantes autóctonos: tangos y jaleos extremeños, nacidos en la Plaza Alta de Badajoz, centro neurálgico donde convivían payos y gitanos y donde se forjó un compás que ha sobrevivido al tiempo.

PERRETE EN LA PLAZA ALTA

Desde las grandes ferias ganaderas de Zafra, Mérida, Fregenal y Badajoz capital, el flamenco extremeño se expandió hasta alcanzar reconocimiento nacional en 1952, cuando Porrina de Badajoz llevó su arte a los tablaos madrileños. Figuras como Miguel Cantero y el flamencólogo Paco Zambrano consolidaron estos palos en los años 80, otorgándoles identidad propia.

Hoy, artistas como Esther Merino, Miguel de Tena, El Perrete o Celia Romero continúan transmitiendo la esencia de estos cantes, mientras 27 peñas flamencas y diversas escuelas luchan por mantener vivo el legado y afrontar retos como la creación de más espacios, apoyo institucional y formación especializada.

Extremadura sigue vibrando al compás del flamenco, un arte que mira al futuro sin perder la verdad de sus raíces.