Las obras de la torre de la Catedral Metropolitana de Badajoz ya están en marcha. Unos trabajos que han arrancado este martes, y que buscan acondicionar los diferentes cuerpos de este espacio para hacerlo visitable por primera vez en su historia.
Para ello, se van a recuperar elementos deteriorados por el paso del tiempo, como las paredes de las escaleras de subida, que tienen humedad, y, además, se colocará nueva iluminación y una barandilla, para mejorar el ascensión de los visitantes. También se van a colocar paneles explicativos para acercar, por ejemplo, cómo vivía el campanero, la historia del reloj y las campanas.
La torre está divida en tres plantas
Una vez esté lista, el paseo que podrán hacer los visitantes se divide en tres partes. La primera parada, nos cuenta la gerente del Museo de la Catedral, Rocío Rollano se hará en el segundo cuerpo de la torre, donde los operarios ya han comenzado a trabajar. Aquí se encuentra lo que fue la casa del campanero, que aún conserva su estructura. En ella se pueden observar unos elementos muy curiosos: unos agujeros en el techo y en el suelo para que pasasen las cuerdas de las campanas y el campanero no tuviese que subir y bajar.
La segunda parada la hacemos en la sala del reloj. Un espacio en el que los visitantes, podrán ver la última maquinaria que tuvo la Catedral en el siglo XIX. Fue colocado en 1892 y "estuvo funcionando de manera mecánica hasta los años 70, cuando lo convirtieron en eléctrico. En 2006, cuando se sustituyó por uno más moderno, se decidió mantenerlo allí", nos cuenta la historiadora.
El broche de oro en la visita la pondrá el campanario. En él, el público no sólo podrá ver de cerca sus nueve campanas, sino también unas vistas incomparables de Badajoz. Ofrece cuatro estampas únicas a través de los ojos de este espacio emblemático en el corazón de la ciudad.
Para estas obras se van a invertir 85.000 euros, que serán sufragados por el Ayuntamiento y la archidiócesis de Mérida-Badajoz. El espacio espera abrir al público en junio.