Malos tiempos para la fruta de hueso en Extremadura. A la merma de la producción este año, por las tormentas de mayo, se suman también las trabas en la comercialización. Esta campaña se ha producido en torno a un 30% menos, según la Asociación de Fruticultores de Extremadura, Afruex. No obstante, asegura que la calidad y el calibre de las piezas son más alta.
Los dos sectores más castigados son los de la cereza y la ciruela.
La cereza y la ciruela, los cultivos más afectados
El de la cereza, porque se vio afectado por las lluvias y tormentas de hace 3 meses, y perdió producción; y el de la ciruela, por el arranque de hectáreas, pero sobre todo por el veto de Brasil y Rusia a nuestras exportaciones. Esto ha provocado que centrales como BIOMOVA, que producen al año 1.000 toneladas de fruta de hueso, no sepan ahora cómo cuadrar sus cuentas.
Lo mismo le ocurre a los pequeños agricultores, que acaban sus campañas con stock de fruta sin colocar. Esto, unido al bajo precio que se les paga, que ni tan siquiera cubre los costes de producción, hace que más de uno se plantee ya cambiar de cultivo.