El papel que el trabajo desempeña en nuestra vida ha ido cambiando con el tiempo. Las inestabilidad laboral y la pandemia ha hecho que muchos se replanteen su relación con el 'tajo'. Además del salario, cada vez se valora más disponer de tiempo de ocio, el desarrollo profesional y, sobre todo, la relación con compañeros y jefes.
Según los últimos datos del informe de Infojobs y Esade, hay cuatro perfiles predominantes en nuestro país:
- El conservador, que agrupa al 34 por ciento, corresponde a personas a las que les gusta hacer bien su trabajo sin necesidad de seguir progresando.
- El vocacional. Se estima que en este grupo entra un 28 por ciento de los trabajadores, para quienes el trabajo es una pasión que contribuye a su desarrollo personal.
- Frente a ellos están los acomodados, cuya prioridad es conseguir estabilidad pero que no están dispuestos a hacer grandes esfuerzos.
- Y, finalmente, hay un 16 por ciento de inconformistas para quienes el trabajo es solo una forma de ganarse la vida y no tienen miedo a cambiar de empleo.
El orientador laboral y vocal de Psicología del Trabajo del Colegio de Psicólogos de Extremadura, Ángel Boceta, explica que los cambios sociales también han llegado al ámbito laboral, donde cada vez nos planteamos más cosas. Para llevarlo bien, el experto propone dotarse de herramientas para mantener una estabilidad emocional a lo largo de toda la vida laboral.
La preocupación por el bienestar mental es mayor entre los trabajadores veteranos, siendo la motivación principal para cambiar de empleo entre aquellos que tienen entre 45 a 54 años.