Arranca la campaña del tomate en Extremadura. Las cosechadoras ya están a pleno rendimiento... pero los agricultores no trabajan con el mismo ánimo que en la campaña pasada.
Este año, vaticinan, no se batirá récord: Las previsiones, aseguran, van a ser bastantes inferiores a las del año pasado.
"Veremos si llegamos a los 100.000 kilos por hectárea"
Detrás de esa reducción está, explican, que no se ha podido respetar el ciclo natural del tomate. Se plantó tarde por las lluvias de la primavera y, durante el crecimiento, las plantas han sufrido mucho estrés con las altas temperaturas.
"La diferencia térmica es muy poca entre la noche y el día, y hace que el cultivo adelante su maduración"
Además, aseguran, persiste la incertidumbre de si conseguirán cubrir los gastos. Y es que este año recibirán 107 euros por tonelada, 23 menos que en 2024. Un precio que ya desalentó al agricultor que decidió plantar menos hectáreas, unas 2.500 menos en toda la región.
Hay algo más de 19.000 hectáreas cultivadas entre las vegas del Guadiana, Alagón-Árrago y Tiétar.
Es pronto para sacar conclusiones, dicen, pero estiman una reducción en la producción del 10%. Y todo, como siempre, a la espera de la meteorología. Al retrasarse la campaña, las lluvias de septiembre podrían dar al traste con las previsiones.