La escasez de agua y el aumento de los costes de producción en el campo auguran una mala campaña de brócoli, que acaba de comenzar. Esto ha provocado que muchos agricultores hayan decidido no sembrar este año, y por eso la superficie en la región ha bajado un 60%.
El brócoli había tenido cierto auge las campañas pasadas, que venían a compensar las pérdidas generadas por otros cultivos; pero este año las condiciones climáticas han producido el aumento de botrytis, un hongo que pudre el vegetal. A esto hay que unir el esperado aumento de los costes de producción. Este año se paga 36 céntimos por kilos y se da por hecho que los costes aumentarán, tal y como nos ha contado Antonio Díaz, que tiene una plantación de brócoli en Don Benito.
Antonio tiene sembradas 16 hectáreas, un cultivo con el que empezó hace tres campañas para compensar la reducción de hectáreas que había sembrado de otros cultivos. Cuando finalice la campaña echará cuentas, aunque da por hecho que dichos costes serán elevados.
El brócoli extremeño se destina principalmente a la exportación. En torno al 70% va al Reino Unido, mientras que el resto se distribuye a nivel nacional.
