Parecía que los primeros trabajos para convertir la N-523 (antigua EX-100) en autovía iban a empezar este año. Aunque el proyecto todavía no estaba licitado, había esperanzas en que se agilizase el proceso.
Finalmente, la licitación de las obras se retrasa por el encarecimiento de los materiales, con el fin de que la nueva licitación actualice los costes de la ejecución. En principio, según las autoridades regionales, por un par de meses. Esto, consiguientemente, retrasará también la adjudicación de los trabajos y su posterior inicio sobre el terreno.
Son muchos los conductores que a diario, o con frecuencia, utilizan la carretera que une las dos capitales de provincia extremeñas, las únicas en España que no están todavía conectadas por autovía. Esos conductores hoy nos contaban que no quieren más retrasos, que la autovía ya debería estar hecha hace años y que el volumen de camiones que soporta la carretera la hace muy peligrosa.
Un equipo de Extremadura Noticias ha recorrido la N-523 para buscar esos testimonios. En su camino, se han encontrado con una carretera de un carril por sentido, un límite general de 90 kilómetros por hora, muchas curvas, muchos camiones, bastantes tramos de 50 kilómetros por hora y de línea continua, una sierra y dos travesías, las de los municipios de La Roca de la Sierra y Puebla de Obando.
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