Es temporada alta para los balnearios extremeños. "Una vez que llega Semana Santa, la verdad es que los balnearios los meses de abril, mayo, son los mejores meses y luego el otoño" señala Elisa Cruz, del Balneario de Baños de Montemayor.
El turismo termal está de moda llueva o haga sol. Según Ignacio Cortés, del Balneario El Raposo, "A los balnearios el mal tiempo no nos afecta, todo lo contrario. Porque no competimos con la playa y esos turistas prefieren venir a hacer curas termales a nuestros establecimientos".
Estos días la red de balnearios de Extremadura ronda el 95% de ocupación: "Estamos recibiendo entre 30.000 y 40.000 turistas ya vengan ya vengan por programas terapéuticos o bien sean termalistas directos" dice Cortés. Más de 300.000 pernoctaciones anuales y no sólo de personas mayores, también de jóvenes y familias con niños. Fernando Fernández, del Balneario de Alange, afirma: "Tiramos un poco del programa de IMSERSO, pero luego los fines de semana se llena de gente joven, incluso gente que viene a pasar una semanita"
De los seis balnearios extremeños, dos son antiguas termas romanas: Baños de Montemayor y Alange. Como recuerda Maribel Sánchez, que trabaja en el balneario de Alange: "Podemos recorrer el mundo entero que no vamos a ver nada igual. Es un lujo que tenemos los extremeños en casa que no lo hay fuera. De ahí que fueran declaradas por la Unesco patrimonio de la humanidad en el 93".
Patrimonio, descanso y salud en medio de la naturaleza.