El Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura ha desarrollado dos innovadores proyectos a través del Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, INTAEX, que están comenzando a arrojar resultados prometedores. Uno de ellos se enfoca en el envasado de productos cárnicos mediante la técnica de altas presiones, mientras que el otro es una bebida probiótica sin alérgenos a base de frutas y vegetales. Ambos avances coinciden en mejorar la calidad sensorial y nutricional de los productos, lo que los convierte en alternativas interesantes para la industria alimentaria.
Envasado con altas presiones
En cuanto a la investigación sobre el sistema de envasado de productos cárnicos, el INTAEX ha estado trabajando en la implementación de la técnica de las altas presiones. Esta técnica, aunque ya utilizada en otros productos del mercado, es innovadora en su aplicación al mejorar la vida útil de los alimentos sin alterar sus características sensoriales.
La técnica de altas presiones es innovadora, no por ser nueva en el mercado, sino por cómo la están aplicando para alargar la vida útil de los productos cárnicos manteniendo su calidad, según ha explicado Jesús García Parra, investigador en Biotecnología de INTAEX. A través de este método, se reduce significativamente la carga bacteriana de los productos sin afectar su color, sabor o textura, lo que garantiza una calidad óptima.
Además de preservar las características organolépticas, este sistema ofrece ventajas para el sector alimentario, al reducir la necesidad de conservantes químicos, haciendo los productos más naturales y atractivos para los consumidores conscientes de la salud.
Bebida probiótica para intolerantes a la lactosa
Por otro lado, CICYTEX ha desarrollado una bebida probiótica innovadora, diseñada para ser consumida por personas con intolerancias alimentarias. A diferencia de las bebidas probióticas tradicionales, que suelen estar basadas en lácteos, esta alternativa está compuesta por frutas y vegetales. La clave del proyecto radica en el uso de una bacteria láctica que mejora la fermentación y aumenta la presencia de compuestos bioactivos, lo que beneficia la salud.
"El proceso de fermentación mejora la composición en compuestos bioactivos de la bebida," ha señalado Patricia Calvo, investigadora de INTAEX. Este avance es especialmente relevante para personas intolerantes a la lactosa, ya que representa una alternativa viable a los productos probióticos derivados de lácteos.
Ambos proyectos ya han captado la atención de varias empresas que buscan incorporar estas innovaciones a sus procesos, destacando el potencial que tienen para mejorar la calidad de los productos alimentarios en el mercado.