Atención a este preocupante dato: en 2030, la mitad de la población será obesa. Pese a que los hábitos se cuidan y controlan cada vez más, hay otro dato preocupante: casi el 60% de los adultos extremeños tienen sobrepeso y el 20% padece obesidad. Cifra que aumenta hasta el 22% en el caso de los niños de la región, por encima de la media nacional.
En este Día Mundial de la Obesidad, no sólo nos fijamos en cuánto comemos, sino también en qué comemos y cuándo. Aquí entra en juego un concepto, el de 'Crononutrición', es decir, la relación entre calidad de los alimentos y el momento en el que los consumimos. Los ritmos de vida se alejan cada vez más de los ritmos biológicos y eso influye de manera negativa a la hora de combatir el sobrepeso y la obesidad.
En este sentido en Extremadura contamos con una desventaja. Cuanto más al suroeste, más horas de sol. Por ello, los profesionales en este ámbito insisten en mantener el horario de invierno todo el año para tener una alimentación más saludable.
El secreto para atajar los problemas de obesidad es la prevención. Y en ese punto, la concienciación desde la infancia es fundamental. A pesar de los efectos secundarios y las enfermedades asociadas al sobrepeso, la obesidad, no está reconocida como enfermedad. Por ello la Asociación Española contra la Obesidad pide que sea reconocida como especialidad médica y piden una formación específica para los profesionales sanitarios.