El cierre de la central nuclear de Almaraz supondría, en opinión de los expertos, un grave error estratégico. Sus contribuciones al territorio abarcan numerosos ámbitos clave, desde la generación de energía hasta el desarrollo económico.
Relevancia energética
En el plano energético, Almaraz produce el 7% de la electricidad a nivel nacional y más de la mitad de la generación de Extremadura. En términos laborales, sustenta a más de 3.000 familias y desempeña un papel fundamental en la fijación de población en la comarca. "La central nuclear ha sido un anclaje territorial de la economía. Cuando se construyó, Navalmoral, el núcleo de la comarca, tenía los mismos habitantes que Trujillo. Hoy, Navalmoral ha duplicado su población" , explica Julián Mora Aliseda
Además, los expertos destacan beneficios adicionales, como la estabilidad en la producción eléctrica y el conocimiento técnico y experiencia generados en el ámbito nuclear, factores esenciales para futuras decisiones.
Máximos estándares de seguridad
Recuerdan estos profesionales, que las nucleares están diseñadas para operar a alto rendimiento durante largos periodos. "La central nuclear de Almaraz puede funcionar de manera segura, sin sobresaltos. No solo el Consejo de Seguridad Nuclear, sino también organismos internacionales, la califican como una de las mejores del mundo en términos de seguridad", afirma Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear.
Eso sí, en caso de prorrogar su continuidad, los expertos coinciden en que es necesario exigir que la planta tributo en Extremadura, para que su impacto económico sea más directo en la región. Las aportaciones de la central están claras, su continuidad todavía en el aire.