En unos diez días, aproximadamente para San Isidro, acabará el entresaque de los frutales en nuestra región. Una tarea que es imprescindible para aligerar las ramas de frutos y lograr así que los que quedan, tengan más calibre y calidad de cara al mercado. Además, es un modo de ayudar al árbol a nutrirlos en unas fechas clave en las que necesita mucha agua y el aporte de fertilizantes y abonos.
El entresaque o aclareo comenzó en las Vegas el pasado mes de abril y en general se inició con la nectarina, los melocotoneros y estas últimas jornadas se está aplicando a los ciruelos. Ese también es el orden de maduración, y por lo tanto, de recogida de las inminentes cosechas a partir del 25 de mayo. Tendrán prioridad las variedades tempranas, y siempre mirando que una repentina ola de calor no marque otras urgencias.
Falta mano de obra
Además, el entresaque es un trabajo que necesita mucha mano de obra y los agricultores, un año más, están teniendo problemas para completar sus cuadrillas en una temporada en la que podría aumentar la producción, si se compara con la que hubo en 2022. Por eso, los fruticultores cuentan con los jornaleros de confianza con los que han contado en años anteriores.
Será una campaña en la que, a pesar de esa falta de mano de obra, debería reinar la paz social en el campo, toda vez que en la anterior fue cuando se firmó el convenio vigente, que regula las relaciones laborales entre jornaleros y agricultores.