La preocupación por la falta de lluvia se torna ya en decisiones drásticas en el campo extremeño. Son muchos los ganaderos que piensan ya en el sacrificio como solución a la falta de alimento para el ganado en el terreno. Es el caso de Sebastián Arroyo, ganadero de Navalvillar de Pela. En su explotación, 200 vacas pastan lo poco que la tierra le ofrece. Alimentar estas reses cuesta en un año normal de humedad entorno a los 360 mil euros. La sequía eleva ese coste a cifras inasumibles para su propietario.
"Hoy seré yo y dentro de un mes otro. De aquí a poquito tiempo va a haber falta de alimentos"
El sector augura falta de alimentos que afectará al conjunto de la sociedad por la necesidad de importar de otros países carne y otros productos agrícolas con sobrecoste añadido. Por eso piden solidaridad a la población y agilidad a la administración. Solidaridad para entender los precios que alcanzan en el mercado los productos básicos y agilidad para que las ayudas públicas no lleguen demasiado tarde. Piden además establecer prioridades. Aseguran que se están destinando varias toneladas diarias de heno a la producción de bioetanol, por ejemplo, mientras se sacrifican ganaderías.