La peor consecuencia de la guerra es la irreparable: las pérdidas humanas y los desplazamientos de las personas fuera de sus hogares. La otra consecuencia es la económica. Subidas del precio de la luz, el gas, los carburantes y los cereales. Y es aquí donde los ganaderos de la región ya los están notando.
La despensa de Europa
Ucrania es la despensa de Europa. Así nos lo dicen en las fábricas de piensos. De allí viene el maíz, la pipa de girasol, el trigo, la cebada. Sus precios se han multiplicado desde el día que Rusia inició el ataque. Una escalada que vienen de atrás, carburantes, fertilizantes, transportes. Donde más lo notan como siempre, en el campo.
También los fertilizantes
La escasez se nota ya en los mercados nacionales y ahora la solución pasa por buscar cereal al otro lado del Atlántico. Por otro lado, el gas está muy vinculado también a los fertilizantes, con una demanda más alta, la urea el nitrato y el fósforo también se han disparado.