Avaló los préstamos concedidos a la constructora de un familiar que acabó quebrando y empezaron los dolores de cabeza. "Muchas llamadas telefónicas insistiendo en que hay una deuda pendiente, hay procedimientos judiciales, notificaciones judiciales, embargo de nómina...", enumera el abogado Gustavo Gómez. A él acudió una vecina de Badajoz ahogada por las deudas que llegó a deber al banco 540.000 euros.
Durante doce años ha tenido parte del sueldo embargado, pero el débito no dejaba de crecer. Así que decidió acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y el juzgado de primera instancia número 3 de Badajoz ha cancelado sus créditos. "La valoración de la sentencia es muy satisfactoria", afirma el letrado, "porque esta persona a partir de ahora no tiene deuda ninguna".
La Ley de Segunda Oportunidad comenzó a funcionar hace ocho años, aunque no es muy famosa. De hecho "son pocas las personas que la están utilizando o que se están beneficiando de esta ley", asegura Jaime Rubio de ADICAE Extremadura. Para acogerse a esta norma hay que cumplir una serie de requisitos como que "la cantidad no puede ser superior a cinco millones de euros, la persona tiene que ser transparente y actuar de buena fe, debe demostrar disposición a pagar las deudas y no debe ocultar bienes, ni dinero durante el procedimiento", explica Rubio.
Actualmente hay en Extremadura un millar de procedimientos abiertos y acogidos a la Ley de Segunda Oportunidad.
Otros casos similares en la región
En agosto del año pasado el juzgado de primera instancia número 6 de Badajoz canceló todos los créditos pendientes de una vecina que sumaban más de 108.000 euros. Dos meses antes otra sala también de Badajoz condonó una deuda de 78.000 euros a un repartidor de comida rápida. Y en octubre de 2019 otra familia pacense fue liberada por la justicia de una deuda acumulada de 400.000 euros.