5 Julio 2025, 10:31
Actualizado 5 Julio 2025, 14:36

La campaña apícola en Extremadura ha arrancado con datos muy preocupantes para los apicultores. La combinación de lluvias tardías y calor repentino ha provocado una reducción de la producción de miel esta primavera. Según el sector, la cosecha apenas alcanza el 10 % de lo esperado, un escenario que ya está teniendo consecuencias visibles.

Floración frenada y abejas inactivas

José Antonio Babiano, presidente sectorial apícola de Extremadura, explica que el problema se ha producido por dos factores combinados: “Ni las abejas han podido pecorear ni la floración melífera se ha desarrollado. Se han juntado ambas cosas y hemos tenido unas pérdidas casi del 100%".

Esto significa que las abejas no han podido recolectar polen y néctar con normalidad y, además, las plantas no han generado suficiente floración para ofrecer alimento. En localidades como Zalamea de la Serena, el contraste con otras campañas es evidente. Donde antes había depósitos llenos de miel, hoy las estanterías están casi vacías. Babiano señala: “Las estanterías deberían estar al 40-50 por ciento y están a un paupérrimo 5-10%".

Miel extremeña

Un futuro incierto para el verano

De cara a los próximos meses, la incertidumbre se extiende por todo el sector apícola extremeño. Luisa Bravo, apicultora, asegura: “Esta cosecha ha dado muy mal y esperamos sacar unos 100 kilos".

Junto a su hermana Mariana cuida de 90 colmenas, con las que elaboran miel, cremas de piel, cera y jabones. Además, recogen polen, un producto que cada vez tiene más demanda por sus propiedades nutritivas. Mariana destaca: “Se usa para comerlo solo. Es muy nutritivo y da mucha energía".

Pendientes del cielo

El sector sigue mirando al cielo con esperanza para ver cómo evoluciona el tiempo en las próximas semanas y si la cosecha de verano permite recuperar parte de las pérdidas. La miel extremeña, apreciada por su calidad y sabor únicos, afronta un año difícil.