El invierno meteorológico entra en su recta final con un balance positivo en cuanto a precipitaciones, lo que ha permitido que los embalses aumenten considerablemente su capacidad. Un ejemplo de ello es el embalse de Orellana, que actualmente acumula más de 600 hectómetros cúbicos de agua, alcanzando el 74% de su capacidad total de 808 hectómetros cúbicos.
Verano garantizado
Estas cifras, impulsadas por las lluvias de otoño e invierno, garantizan el suministro de agua para el verano tanto para el consumo humano como para el riego agrícola. El embalse de Orellana, con una superficie de más de 5.000 hectáreas, abastece a una decena de localidades, entre ellas Orellana la Vieja y Orellana la Sierra, además de proporcionar agua de riego a zonas como Valdivia, Ruecas y Santa Amalia.
La situación hídrica de la región se muestra favorable tras varios años de incertidumbre, asegurando la disponibilidad de agua para los próximos meses y ofreciendo tranquilidad tanto a la población como al sector agrícola.