5 Septiembre 2025, 10:17
Actualizado 5 Septiembre 2025, 10:17

El Plan Infoex vio la luz en 1994 con un objetivo claro: organizar los medios para hacer frente a los incendios en Extremadura. Hasta entonces, se elaboraban planes anuales y el personal se contrataba por periodos cortos.

"Te contrataba el ayuntamiento por parte de ICONA o como fuera, por meses. Luego, ya en los años 90, se quemó el pinar de Serradilla y, a raíz de ahí, se hicieron unas pruebas físicas", confirma Miguel Ángel Díaz Ropero, jefe de retén. El bombero forestal Gonzalo Sánchez González asegura que esas pruebas consistían en subir una "pota" de agua de 17 litros en el menor tiempo posible.

En 1994, los trabajadores pasaron a ser fijos discontinuos y, tras los incendios de 2003, se convirtieron en fijos.

La primera oficina del Infoex estuvo en la calle Argentina, en Cáceres. De un piso en el número 1, ahora cuenta con un centenar de centros, siendo el principal el de Aldea Moret, desde donde se controla toda la región. En el centro se pueden ver pantallas, mapas de Extremadura y otros elementos clave para la coordinación.

La toma de decisiones en situaciones extremas exige criterio, experiencia y asumir riesgos calculados. Desde el Centro Operativo Regional, Paco García Navarrete reflexiona sobre los límites que a veces deben cruzarse para contener el fuego: "Todos sabemos dónde están las líneas rojas y sabemos que, en ocasiones, para apagar el incendio, las tenemos que traspasar de alguna manera. Lo difícil de esto es marcar dónde están esas líneas rojas."

"El qué voy a hacer y cómo lo tengo que hacer, es lo más duro"

César Corrales Arroyo, bombero forestal y coordinador en Monfragüe sostiene que se trata de un trabajo duro: "La gestión de la incertidumbre, el qué voy a hacer y cómo lo tengo que hacer, es lo más duro."

La experiencia y el riesgo forman parte del día a día de quienes combaten el fuego en primera línea. Así lo relatan dos veteranos del Infoex, con más de tres décadas de servicio: Gonzalo Sánchez González, bombero forestal: "Ataques directos, que nos metemos en las llamas con la herramienta que tenemos." Miguel Ángel Díaz Ropero, jefe de retén: "Y hay veces que nos hemos visto tan obligados, tan obligados, que hemos tenido que saltar las pocas llamas que hubiera para meternos en la zona quemada."

Ellos forman parte de los más de mil efectivos del Plan Infoex. A ellos se suman 12 medios aéreos y más de 200 vehículos, camiones y maquinaria. Durante el periodo de peligro bajo, los trabajos de prevención no cesan, como destaca David Jorge Vega, jefe de servicio del Infoex: "Repasar cortafuegos, creación de fajas auxiliares, áreas preventivas de defensa, mantenimiento de agua... todo aquello que luego nos ayudará en la siguiente campaña."

La actuación de los efectivos en el incendio de Jarilla, el mayor de la historia en la región, su dificultad y la concurrencia de otros fuegos han sido claves para otorgarles la Medalla de Extremadura.

"Estamos sencillamente emocionados"

El reconocimiento con la Medalla de Extremadura ha sido recibido con emoción por quienes coordinan el operativo desde dentro. Paco García Navarrete, director del Centro Operativo Regional: "Estamos muy ilusionados. No deja de ser el reflejo de la confianza que han depositado en nosotros y la gratitud de los ciudadanos. Por eso estamos sencillamente emocionados."

Pero, ¿se consideran héroes? Aseguran que no, aunque sí personas: "Con la capacidad de convertir lo extraordinario en algo ordinario... y resolverlo."

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Medalla de Extremadura para los efectivos del Plan INFOEX